4/8/10

3 días 2 noches.

Lo llamé y le dije estoy en camino a su casa.

Esa noche seria larga, teníamos que visitar a unos amigos
y luego un evento.

Mientras nos alistabamos para salir, me di cuenta que,
realmente encajamos demasiado bien,
yo doblando el cuello de su camisa y el
ayudándome con mi pulsera
hacemos una graciosa pareja.

Ni hablar de las amistades nuevas de aquella noche
y la sorpresa de algunos por llegar juntos.

La noche continuó bien, yo me sentí libre de poder ser YO
bailar, joder y sonreír como nunca lo había hecho
y todo esto junto a él.

Llegamos a su casa y volví a disfrutar de su compañía en la noche
nos abrazamos y dormimos más juntos que nunca,
cuando nos quedamos así definitivamente quisiera que el tiempo se detenga.

Por el resto del día, los amigos, los conocidos, las sorpresas y siempre él
tan inamovible para mi.

De repente me dijo, dame un beso aquí,
mi cara de sorpresa no se hizo esperar,
el demostrarle a la gente que sus sospechas eran ciertas
fue algo que no imaginé
así que me acerque y lo besé,
lo que el no sabía es que es una de las mejores cosas que me han pedido
lo que el no sabía es que aunque me sorprendí esperaba eso
lo que el no sabía es que se lo agradezco profundamente.

Por la noche la parte profesional
premios, compañeros viejos y
mis amigos, mi segunda familia la gente de la agencia.
Luego de sentirme agradecida por mi profesión
y todo lo bueno o malo que existe en ella, corrí a buscarlo.

Me dijo disculpa por traerte a una parte de mi mundo
yo sonreí y le dije esa es la idea, de conocer tu mundo
aunque no diste mucho del mío.
Cervezas, conversaciones y gente nueva pasaron
y me volvió a decir esas palabras que tanto me gustan oír,
hoy quiero dormir contigo abrazado.

La luz del sol del domingo se metió entre las cortinas
dejándome saber que había vuelto a pasar una noche en su casa.

Y una vez más no quería irme, no quería regresar al ruido,
a la hipocresía, no quería regresar a mi casa.

Mi noche terminó mirando a través de mi ventana
el cielo nublado, con la compañia de un cigarrillo y
una estrella con su pobre destello.

Así acabo un fin de semana lleno de él y yo.



1 comentario:

Julio Cesar dijo...

Interesante, me gusto bastante... pocas historias que he leido me han dejado la sensacion de que son autenticas y para nada posers.. suerte con esta historia y con su protagonista =) @yulaicesar

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