14/10/10

De Runa a Dálmata.

Soy una perra, lo sé.

Lo sabía cuando empecé a interesarme por los hombres, pero como una cachorra no sabía como afrontar las situaciones de atracción al sexo opuesto.
No sé si se trate de algo genético, astrológico y simplemente vine con un lado del cerebro más activo que los demás pero siempre me ha interesado el sexo en todas sus variantes, posiciones, sabores, olores y formas.

Mi camino como perra empezó a los 17 y no como me hubiera gustado, sino por demostrar al huevón con el que salía que no le había puesto los cachos y que era virgen. Le agarré el gusto y disfrute hasta mis 21 años como Runa, descubriendo, criticando, burlándome y a veces tocando bajo, pero aprendí.

Me propuse cambiar de perspectivas cambiar de raza y así empecé a descartar los perros que llegaban, me olían y pretendían hacerme regresar a ser una más del montón.

Un día me tope con un buen can, un Pitbull fuerte y bastante atractivo a mi parecer, me bastó una olfateada para saber que lo quería ya.

Descubrí cosas que no sabía (o que sabía, pero nadie me había hecho llegar al límite) como tener más de 7 orgasmos en un "round", saber que realmente sí, soy masoquista, me gusta que me peguen, me griten, me jalen, me todo. (obviamente sólo donde amerita, la cama), puedo primero desvestirme antes haber besado a esa persona, que puedo comportarme como una verdadera perra y decir, espero que haya una próxima vez para poder despedirme bien y que es verdad que las mujeres eyaculan.

Poco a poco de las patas de ese pitbull me fui transformando en una perra segura, en una perra feliz, luego de una caminata, algunos huesos mordisqueados y bebidas un día me convertí en dálmata, cuando sus patas me apretaron tan fuerte que ya no sentía dolor sino placer, cuando cada mordida era una inyección de adrenalina, luego de una total pelea por llegar a la meta amanecí cambiada, con mi pelaje diferente, miré al espejo y tenía un dulce color claro acompañado de manchas oscuras, observé con detenimiento cada mancha y me cada una me gustaba más, así nada más cambié de raza, así nada más deje a la mujer insegura, tonta, conformista y dependiente atrás y mudé, mudé de piel y de ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario