Cuando las vi, fue algo muy parecido al amor a primera vista, no se si fue porque estaba apurada o porque realmente tienen algo, pero me he encariñado mucho con ellas.
Son mis compañeras, se puede decir que mis mejores amigas, siempre tan blancas y suaves, tan enfermamente sexys. Inicialmente acompañaban un disfraz de enfermera, pero con el pasar del tiempo fueron el toque final de trajes de colegiala, secretaria, doctora, niña y otros que no me acuerdo o no entran en una categoría.
Son aquellas que te las dejas para sentirte tan deseada como un helado de chocolate para un niño, o quizá más, las que cuando quieres interpretar un papel se aprenden el libreto al compás de tu caminar, soy partidaria del fetichismo aunque eso no debe de ser lo primordial pero realmente resulta divertido eso de usar anexos para añadirle "picante" a ese deporte favorito, el sexo.
Creo que por eso a pesar de que ya tienen varios años acompañandome (5 años) no las cambio por nada, me dan la oportunidad de sentirme libre para ser quien quiera tan solo por una noche y saben qué, todos deberían de tener una.

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