Sonreía como cómplice de un gran plan para robar un banco, donde sólo los dos nos entendiamos, ocultando lo que nuestras miradas decían ante los demás.
La química de veras existe y como es así yo siento que vuelan chispas cada vez que regresamos las caras y nuestros ojos se topan.
Descaradamente nos deciamos que nos gustabamos, que tenemos miedo de que no funcione, pero si ya estamos arriba... porque no volar? Y dijimos vamos a intentar.
Nunca había sentido la satisfacción de caminar de la mano con alguien, sin importar el que diran, si tener que voltearme a los lados para ver la reacción de la gente.
Maldita sea, me haces ser yo ... y hasta eso me gusta.
Gracias por el mejor fin de semana, porque nunca había pasado tanto tiempo con alguien y no dejar de sentirme bien.
Ahora cierro los ojos y te veo sonreir y hasta eso, maldita sea me gusta, querido cómplice.
1 comentario:
"Maldita sea, me haces ser yo ... y hasta eso me gusta." Siii!!, sabes qué? yo creo que cuando uno puede ser uno mismo con quien cree que ama, ese es el indicado! :P Bueno, será que con ninguno me pude sentir yo como con el mío ahora.
Qué lindo texto! mucha suerte y buena vibra para los dos.
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