Alicia en el país de Tim Burton

Tim Burton como director provoca en mi una fascinación, no quiero decir que soy una fanática a morir de todos sus filmes, pero sí disfruto verlos, ese tinte poco peculiar de la realidad, esos tonos oscuros, esos trajes exóticos y esos diálogos semifúnebres simplemente me encantan.

La primera película de Burton que tengo memoria de haber visto (y que la vería las veces que sea) es Edward manos de tijera, tan oscura, tan anormal, tan freak siempre provoca en mi la misma sensación una tristeza profunda y esas lágrimas que siempre aunque no quiera terminan saliendo.

Aclaro, soy una llorona empedernida, por todo lloro al menos en las películas siempre es así.

Cuando me enteré que se estaba realizando la nueva versión de Alicia en el país de las maravillas, bajo la dirección de este genio, me dije, ¡Hijuepfta, va a estar del carajo!.
No había podido ir al estreno, pero por cosas del destino me topé con un amigo y decidimos verla. Había escuchado todo tipo de comentarios, que era excelente, que hubieran esperado más, que no gustaba para nada, en fin, allí estaba yo, esperando a que empiece la película para poder tomar mi decisión y decir la adoré o me pareció una pérdida de tiempo.

El cuento lo leí muchas veces de niña y si bien es cierto no me llamó mucho la atención, en esos ayeres mi interés por la lectura era mínimo y me tocaba releer lo que tenía para dormirme del aburrimiento.

Tengo la mala costumbre de creerme los personajes de una película, cuando esta llama mi atención y Alicia no fue la excepción y una vez más linkee a mi "tormento" con otro personaje. Esta vez asocié los protagonistas porque en cierta parte tengo algo de Alicia, estoy loca, veo cosas extrañas, me gusta pensar en cosas que nunca van a suceder y me la paso fantaseando dormida o despierta, creando un cuento en mi cabeza, que por lo general no me gusta compartir.
La película me hizo llorar, (no se burlen :( ) porque los escasos diálogos sentimentalistas entre el sombrerero y ella, me parecieron tan tiernos y realistas que no lo pude evitar.

No puedo decir que me disgustó, tampoco que es increíblemente genial, pero me agradó. Luego de verla creo que todos estamos un poco locos, el ejercicio de las 6 improbabilidades es interesante y pues para ser un cuento infantil proyectado bajo la mente de un fánatico de lo freak, es imperdible.